El mejoramiento de la tecnología produjo una digitalización del planeta generando una interactividad de la cultura actual a través de extensas redes mundiales creando un nuevo ser humano electrónico, con una nueva manera de inventar el espacio, el tiempo y la acción.
El efecto de las comunicaciones, tanto para las personas como para la cultura, ha transitado varias etapas generando una investigación académica y un nuevo modo de intervención social. La educomunicación relaciona las ciencias de la educación y las ciencias de la comunicación, dos campos que interactúan y ha sido objeto de estudios.
El profesor Ismar de Oliveira Soares realizó numerosas investigaciones sobre la relación educación-comunicación y creó un movimiento en torno a esta temática que tiene su importancia en América Latina. El aspecto de partida ha sido el constatar que la comunicación es la variable determinante de la posmodernidad y que influye en todos los sectores de la sociedad: económico, político, cultural, etc. ya que, las redes relacionales provocaron nuevas ideas de pensar, vivir, actuar y decidir.
Según la idea de Ismar de Oliveira Soares, Se trata de un proceso educativo promovido en nuestros países con más o menos ambiciones, a partir de concepciones del mundo, teorías sobre la comunicación y filosofías de la educación; fundamentalmente una utopía que se universaliza y que no consiste en otra cosa que motivar a las personas a que se descubran como productoras de cultura, a partir de la apropiación de los recursos de la información y de la comunicación social y la define como el conjunto de procesos formativos integrados por la educación para la recepción de los mensajes masivos; la educación para la comprensión, evaluación y revisión de procesos comunicacionales; y la capacitación para el uso democrático y participativo de los recursos comunicacionales en la escuela y por personas y grupos organizados de la sociedad.
Soares nos dice que la prioridad es la necesidad de transformación y cambio, tanto de la educación como de la comunicación. La educación deberá revisar sus métodos, enfoques, preparación de agentes y la comunicación deberá recuperar los valores éticos sustentados por los educadores.
Al igual que la educación como la comunicación convergen en la sustitución del modelo de "transmisión" por el de "mediación" pues, no se trata de hacer pasar un mensaje, una información, un contenido, sino de pensar en la apropiación de los conocimientos y reflexionar sobre las interpretaciones.
Es evidente que la relación interpersonal a raíz de todo proceso de comunicación social, es un cierto dominio de la tecnología, muy importante es una valorización de las capacidades expresivas y artísticas y el compromiso de proyectar las propias ideas en vista de la transformación del ambiente.
Con todo lo escrito anteriormente nos queda claro que la educomunicación inicia la creación de nuevos caminos comunicativos de calidad, promueve una pedagogía de ambiente e impulsa la formación sociopolítica, tan necesaria para la obtención de un sistema mundial más justo y equitativo.